Tranquila mente feliz

¿Por qué Tranquila Mente Feliz? 


¿Por qué una mente tranquila es tan importante? ¿Qué impacto tiene en nuestra salud?

La mente juega un papel fundamental en nuestra salud porque influye en todos los sistemas del cuerpo, desde el sistema nervioso y hormonal hasta el sistema inmunológico y digestivo. En muchas tradiciones médicas, incluida la Medicina Tradicional China (MTC) y la medicina holística, se entiende que la salud física, emocional y mental están profundamente interconectadas.


Mente y cuerpo están conectados (Psicosomática)

La relación entre la mente y el cuerpo es bidireccional: lo que pensamos y sentimos afecta nuestra salud física, y nuestro estado físico influye en nuestra mente. Para poner un ejemplo: el estrés, la ansiedad y los pensamientos negativos pueden generar tensión muscular, afectar la digestión o debilitar el sistema inmunológico. Por otro lado, si el cuerpo está enfermo o en desequilibrio, también afecta nuestra mente, provocando fatiga, falta de concentración o incluso depresión.

😐 El estrés crónico puede provocar por ej. problemas digestivos como el síndrome del intestino irritable, dolores de cabeza, insomnio y enfermedades inflamatorias.


La mente regula el sistema nervioso y las hormonas

Nuestra mente influye directamente en el sistema nervioso autónomo, que controla funciones involuntarias como la frecuencia cardíaca, la respiración y la digestión.
  • Modo de estrés (simpático): Si la mente percibe peligro (real o imaginario), el cuerpo activa el sistema nervioso simpático, liberando cortisol y adrenalina. Esto aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca, pero a largo plazo puede causar agotamiento, inflamación y enfermedades crónicas.
  • Modo de relajación (parasimpático): Cuando la mente está tranquila, se activa el sistema parasimpático, que favorece la digestión, regeneración celular, sistema inmunológico y la reparación del cuerpo.
😊 La meditación y la respiración consciente pueden activar el sistema parasimpático, reduciendo el estrés y favoreciendo la salud cardiovascular e inmunológica.


Pensamientos y emociones afectan al sistema inmunológico

Estudios han demostrado que el estrés crónico y los pensamientos negativos debilitan el sistema inmunológico, haciendo que el cuerpo sea más propenso a infecciones y enfermedades. En cambio, una mentalidad positiva y emociones como la gratitud y la alegría aumentan la producción de células inmunológicas y reducen la inflamación.

😊 Las personas optimistas suelen recuperarse más rápido de enfermedades y cirugías que las personas con una mentalidad negativa.


La mente influye incluso en la percepción del dolor

El dolor no es solo una sensación física; también está influenciado por la mente y las emociones. Técnicas como la visualización o la meditación pueden ayudar a reducir la percepción del dolor. La atención plena (mindfulness) ayuda a manejar el dolor crónico al cambiar la forma en que el cerebro procesa las señales de dolor.

😊 Por ejemplo, personas con artritis que practican meditación tienen menos dolor y mejor calidad de vida que aquellos que no lo hacen.


Creencias y actitudes determinan la salud

Las creencias que tenemos sobre nuestra salud pueden influir en la forma en que el cuerpo responde. El efecto placebo es una prueba de cómo la mente puede activar procesos de curación en el cuerpo solo por creer que un tratamiento es efectivo. Del mismo modo, el efecto nocebo ocurre cuando una persona cree que algo le hará daño, y su cuerpo responde generando síntomas negativos.

😊 Ejemplo efecto placebo: Una persona que cree firmemente que una pastilla le ayudará a curarse (aunque solo sea azúcar) puede experimentar una mejoría real.


La salud mental impacta en la digestión y la absorción de nutrientes

La mente influye directamente en el sistema digestivo. Cuando estamos estresados o ansiosos, el cuerpo reduce la producción de enzimas digestivas y ácido gástrico, lo que afecta la absorción de nutrientes. 

😐 Por ejemplo, comer con ansiedad o enojo puede causar indigestión, acidez y mala absorción de nutrientes.


La mente puede favorecer la regeneración y longevidad

La ciencia ha demostrado que la meditación y el pensamiento positivo pueden aumentar la longevidad celular al reducir el estrés oxidativo y la inflamación. En la MTC, una mente equilibrada y tranquila favorece la fluidez del Qi y la Sangre, promoviendo la vitalidad y el envejecimiento saludable.

😊 Se sabe de monjes budistas que practican meditación regularmente tienen niveles más bajos de inflamación y envejecen más lentamente.


¿Cómo mantener una mente saludable para una mejor salud física?

Aquí algunas prácticas para equilibrar la mente y mejorar la salud:

🌼 Meditación y respiración consciente → Activan el sistema parasimpático y reducen el estrés.
🌼 Ejercicio físico  → Favorece la circulación del Qi y calma la mente.
🌼 Alimentación saludable → Afecta la química cerebral y el bienestar emocional.
🌼 Terapias como EFT, shiatsu, reflexología → Ayudan a liberar bloqueos energéticos y emocionales.
🌼 Pensamiento positivo y gratitud → Reducen el estrés y fortalecen el sistema inmunológico.
🌼 Rodearse de personas positivas y mantener relaciones sanas → Favorecen la salud emocional y mental.

La mente es una herramienta poderosa que puede sanarnos o enfermarnos dependiendo de cómo la usemos. Estrés, pensamientos negativos y emociones reprimidas pueden debilitar el cuerpo, mientras que una mente equilibrada, positiva y en calma puede promover la salud, la longevidad y la regeneración. Es por eso que, en las terapias holísticas, se busca siempre armonizar la mente con el cuerpo.


Sobre la felicidad

Desde mi perspectiva, la felicidad no depende tanto de factores externos. Más bien, está ligada a nuestras emociones, que son una respuesta directa a nuestra actitud interior y a los pensamientos que generamos a partir de ella.

Interesantes son las investigaciones de la neurociencia al respecto: Según un estudio de la Universidad de Harvard, la mayor causa de infelicidad es una mente divagante, es decir la ausencia de paz interior. La mente no para y hay mucho diálogo interior, girando en la mayor parte del tiempo alrededor de la propia persona. Cuanto menos somos capaces de controlar ese ajetreo mental menos felices nos sentimos.

También se han realizado estudios sobre lo que ocurre cuando nos sentamos sin hacer nada. Y se ha demostrado que, incluso en esos momentos, nuestro cerebro sigue generando pensamientos y emociones relacionados con el pasado y el futuro, por lo cual estamos casi todo el tiempo, de forma espontánea, recordando e imaginando cosas. Todo eso pasa un 75-80% del día. 

La buena noticia es que hay formas de entrenar nuestra mente para que este menos agitada. Por ejemplo mediante la meditación, dirigiendo la atención a los procesos de nuestro cuerpo. Y para el quien le es difícil meditar, hay otras formas de conseguirlo, por ejemplo mediante la reflexología facial. Al fortalecer la parte prefrontal del cerebro, las emociones se pueden regular mejor, ya que disminuye la amígdala como parte importante del sistema emocional del cerebro. Cuando más pequeña, mayor es nuestra percepción de felicidad.

El estado emocional se puede mejorar también por ejemplo trabajando el sistema energético. Después de equilibrar los meridianos de la MTC, donde fluye nuestra energía vital, podemos llegar a experimentar un estado de serenidad y tranquilidad en poco tiempo. 


Pero también la mente del terapeuta es fundamental - su estado mental influye en la calidad del tratamiento. Su propia energía afecta la sesión; si el terapeuta visualiza al cliente en un estado de paz y sanación, esta imagen puede influir en su campo energético y favorecer cambios positivos en su cuerpo y mente.